¿Te gustaría correr más rápido? Ya sea que quieras mejorar tus tiempos en las carreras o simplemente disfrutar de entrenamientos más rápidos y eficientes, mejorar tu velocidad no tiene que ser complicado. Con algunos ajustes en tu técnica, entrenamiento y recuperación, puedes lograrlo.
En esta guía, te vamos a mostrar cómo correr más rápido con consejos prácticos y fáciles de aplicar. Desde mejorar tu forma de correr, hasta añadir entrenamientos de velocidad y fortalecer tu cuerpo, aquí encontrarás todo lo que necesitas saber. ¡Vamos a empezar!

Mejora tu técnica de carrera para aumentar tu velocidad
Correr más rápido no se trata solo de hacer más kilómetros. Se trata de optimizar tu técnica. Con pequeños cambios puedes hacer que tu cuerpo se mueva de manera más eficiente, lo que te permitirá reducir el esfuerzo y correr más rápido sin cansarte tanto.
Mantén una postura erguida y alineada
Ligera inclinación hacia adelante desde los tobillos: Uno de los ajustes más sencillos para mejorar tu velocidad es la postura. Al inclinarte ligeramente hacia adelante desde los tobillos (no desde la cintura), generas impulso y reduces la resistencia, un detalle clave dentro de una técnica de carrera correcta. Este pequeño cambio puede mejorar significativamente tu eficiencia.
4×3 minutos rápido, 2 minutos de recuperación: Corre a máxima velocidad durante 3 minutos, luego trota o camina durante 2 minutos para recuperarte. Hazlo durante cuatro series.
Variaciones para todos los niveles: Si eres principiante, comienza con sprints de 30 segundos seguidos de 90 segundos de recuperación. Los corredores más avanzados pueden aumentar la intensidad o alargar el tiempo de los sprints.
Balanceos de piernas: Balancea cada pierna hacia adelante y hacia atrás para aflojar las caderas y los músculos isquiotibiales.
Círculos de cadera: Realiza círculos pequeños con tus caderas para mejorar la movilidad.
Rodillas altas: Eleva tus rodillas mientras trotas en el lugar para activar los flexores de la cadera y los cuádriceps.
Aumenta la cadencia sin sobrecargar la zancada
¿Por qué los pasos cortos y rápidos ayudan a correr más rápido?: Concéntrate en aumentar tu cadencia, es decir, la cantidad de pasos por minuto. Lo ideal son unas 180 zancadas por minuto, un número que muchos corredores encuentran efectivo. Al dar pasos más cortos y rápidos, no solo mejoras tu velocidad, sino que también evitas la sobrecarga de la zancada, lo que previene lesiones.
Relaja los hombros y usa los brazos para impulsar tu velocidad
Movimiento natural de los brazos: Mantén los hombros relajados y permite que tus brazos se muevan de manera natural. La flexión de los codos a 90 grados y el movimiento hacia adelante y hacia atrás aumentan la potencia de tu carrera, ayudando a que cada zancada sea más efectiva.
Aterriza con el mediopié para mejorar la eficiencia
Un aspecto clave para correr más rápido es asegurarte de que tu pie toque el suelo de manera eficiente. Intenta aterrizar con el mediopié, no con los dedos ni los talones. Esto te permitirá absorber el impacto y impulsarte mejor para mantener un ritmo rápido y eficiente.
Entrenamientos de velocidad para correr más rápido
Si te preguntas cómo mejorar la velocidad al correr, los entrenamientos de velocidad son una de las mejores opciones. Estas sesiones te ayudarán a acostumbrar tu cuerpo a los ritmos rápidos, además de mejorar tu capacidad cardiovascular.
Entrenamiento por intervalos para empezar esta semana
El entrenamiento por intervalos es ideal para aumentar tu velocidad. Consiste en alternar entre fases de alta intensidad y períodos de recuperación. Por ejemplo:
Si quieres saber más sobre cómo realizar este tipo de entrenamiento, consulta nuestro programa de entrenamiento de carrera por intervalos.
Carreras tempo para mejorar la resistencia a la velocidad
Las carreras tempo consisten en correr a un ritmo que te resulte “cómodamente difícil”. Es justo por debajo de tu máximo esfuerzo, pero aún lo suficientemente desafiante como para que trabajes tu resistencia a la velocidad. ¿Qué ritmo es el adecuado?: Intenta mantener un ritmo que puedas sostener durante 20 a 30 minutos, sin llegar al agotamiento total. Esto te ayudará a mantener ritmos rápidos durante distancias más largas.
Sprints en pendiente para desarrollar potencia
Los sprints en pendiente son perfectos para aumentar tu fuerza y velocidad. Correr cuesta arriba activa músculos diferentes a los que usas en el llano, lo que te ayudará a ser más eficiente sin aumentar el riesgo de lesiones. Busca una pendiente empinada y corre hacia arriba durante 20-30 segundos. Luego, camina hacia abajo para recuperarte. Haz entre 6 y 10 repeticiones. Estos sprints ayudan a mejorar la potencia de tus zancadas y la eficiencia de tu carrera.
Cómo incluir entrenamientos de velocidad en tu rutina semanal
Realiza entrenamientos de velocidad de 1 a 2 veces por semana. Es importante dar espacio para la recuperación entre sesiones intensas. Por ejemplo, puedes hacer un entrenamiento de velocidad el martes y correr a ritmo suave el jueves, dejando un día de descanso o una carrera larga entre ellos.

Fuerza para correr más rápido
Correr rápido requiere de un cuerpo fuerte. El entrenamiento de fuerza te ayudará a mejorar tu velocidad, además de prevenir lesiones. Aquí te mostramos cómo incluirlo en tu rutina.
Ejercicios para fortalecer las piernas
Unas piernas fuertes son la base para correr más rápido. Los siguientes ejercicios ayudan a desarrollar la potencia necesaria para cada zancada. Sentadillas, lunges, step-ups, peso muerto: Estos ejercicios trabajan los músculos clave de las piernas y caderas. Realízalos 2-3 veces por semana para obtener los mejores resultados.
Ejercicios para el core que mejoran la estabilidad
Tener un core fuerte es fundamental para mantener una postura adecuada y una mejor eficiencia al correr. Plancha, dead bugs, plancha lateral: Estos ejercicios trabajan los músculos abdominales, oblicuos y de la parte baja de la espalda, ayudando a estabilizar tu cuerpo durante la carrera.
Movimientos explosivos para mejorar la potencia
Incorpora movimientos explosivos en tu entrenamiento de fuerza para desarrollar velocidad y agilidad, ya que estos ejercicios activan las fibras musculares rápidas, esenciales para los sprints. Sentadillas con salto y otros ejercicios de salto ayudan a activar estas fibras de contracción rápida, fundamentales para generar más potencia y velocidad en cada zancada.
Programación de fuerza para corredores
Se recomienda hacer de 2 a 3 sesiones de fuerza por semana, dejando al menos un día de descanso entre ellas. Puedes combinar entrenamiento de fuerza con tus días de carrera o hacerlo en los días en los que no corras.
Aumenta tu resistencia para sostener velocidades más rápidas
Desarrollar resistencia es esencial para mantener velocidades altas, especialmente durante las carreras largas. Aquí te contamos cómo mejorar tu resistencia.
Carreras largas para aumentar la resistencia
Aunque las carreras largas sean más lentas, son esenciales para desarrollar una base aeróbica sólida. Esto te permitirá mantener ritmos rápidos durante más tiempo.
¿Cuánto entrenamiento de resistencia necesitas?
Una carrera larga por semana es suficiente para la mayoría de los corredores. Aumenta gradualmente la distancia de tus carreras largas un 10% cada semana para evitar lesiones y mejorar tu resistencia.
Zonas de frecuencia cardíaca y ritmo
Entender las zonas de frecuencia cardíaca puede ayudarte a mantener un ritmo adecuado durante las carreras largas. Mantente en la zona aeróbica (60-80% de tu frecuencia cardíaca máxima) para desarrollar resistencia de manera efectiva.
Calentamiento para prepararte a correr más rápido
Antes de correr más rápido, es fundamental realizar un calentamiento adecuado. Un buen calentamiento previene lesiones y prepara tus músculos para el esfuerzo.
Estiramientos dinámicos para activar los músculos
El estiramiento dinámico es ideal para preparar tu cuerpo para la carrera. Incorpora estos movimientos en tu calentamiento:
Zancadas para activar la velocidad
Termina tu calentamiento con algunas zancadas. Son pequeños sprints a un 85-90% de tu esfuerzo máximo, lo que ayuda a preparar tu cuerpo para correr rápido.
Alimentación, hidratación y recuperación
Lo que comes y cómo te recuperas influye en gran medida en tu capacidad para correr más rápido. Aquí te damos algunos consejos para una recuperación óptima.
Qué comer antes de correr más rápido
Para preparar tu cuerpo antes de entrenar a alta intensidad, opta por una combinación de carbohidratos y proteínas. Un plátano con mantequilla de maní o un tazón de avena son buenas opciones para comer 30-60 minutos antes de correr.
Recuperación después de entrenamientos intensos
La recuperación es tan importante como el entrenamiento. Después de esfuerzos intensos, tus músculos necesitan tiempo para repararse. Asegúrate de dormir lo suficiente, incluye días de descanso en tu rutina y usa un rodillo de espuma o realiza estiramientos para ayudar a la recuperación muscular.
Evitar el sobreentrenamiento
El sobreentrenamiento puede causar lesiones y retrasar tu progreso, así que escucha a tu cuerpo. Tómate días de descanso y no te saltes tus carreras suaves. La recuperación es clave para correr más rápido de forma segura.

Equipamiento para correr más rápido
Aunque no necesitas el último gadget, un buen equipo puede marcar la diferencia. Aquí te mostramos lo básico que realmente necesitas.
Zapatillas de correr ligeras
Busca zapatillas ligeras y cómodas que se adapten a tu tipo de pie. Un par de buenas zapatillas puede ayudarte a moverte más eficientemente y evitar lesiones.
Ropa y accesorios para correr más rápido
Usa ropa de material transpirable para mantenerte seco y cómodo durante tus entrenamientos. También, una gorra y gafas de sol pueden mejorar la experiencia en días soleados.
No te dejes engañar por equipos “tecnológicos”
No te distraigas con gadgets que prometen hacer todo. Lo esencial es tener unas buenas zapatillas, ropa cómoda y una botella de agua. No necesitas tecnología avanzada para mejorar tu velocidad.
Conclusión
Entonces, ¿cómo correr más rápido? Se trata de mejorar tu técnica, agregar entrenamientos de velocidad a tu rutina, fortalecer tu cuerpo y priorizar la recuperación. Con un poco de consistencia y las estrategias correctas, verás cómo aumentas tu velocidad gradualmente. Empieza con pequeños ajustes en tu forma, incluye entrenamientos de velocidad y no olvides la recuperación. Con el tiempo, correr más rápido será mucho más fácil.